La Adolescencia y la Depresión: Factores de Riesgo

La adolescencia y la depresión es un problema más común de lo que pueda parecer. La depresión constituye un problema grave de salud mental en el que el adolescente se siente sumido en la tristeza.

En muchas ocasiones la depresión en la adolescencia puede manifestarse porque se pierde el interés en las actividades que antes les emocionaban y no encuentran su nuevo camino a seguir. Junto a esto, los adolescentes se sienten, piensan y se comportan de una manera diferente, lo cual les puede generar problemas funcionales, emocionales y físicos.

La adolescencia y la depresión

La adolescencia y la depresión forman parte de los temas que los padres deben considerar, pues, los chicos jóvenes se pueden encontrar con una serie de factores que los haga propensos a sentirse deprimidos, tales como la presión de los compañeros, el cambio en sus cuerpos, las expectativas académicas, entre otros.

Los jóvenes son uno de los grupos de edad que tienen más probabilidades de padecer depresión, pues, en la etapa de la adolescencia se llevan a cabo procesos que incluyen cambios físicos, socioculturales, psicológicos y cognitivos que demandan a los chicos el desarrollo de estrategias de afrontamiento para poder establecer un sentido de autonomía, identidad y éxito social y personal.

Respecto al tema de la adolescencia y la depresión, cabe destacar que esta puede tener múltiples causas.

Causas de la depresión en adolescentes

Aunque no se sabe con exactitud qué puede generar la depresión, sí se conoce que hay una variedad de factores que se ven implicados, tales como:

  • La química cerebral: los neurotransmisores juegan un papel fundamental en el bienestar de la persona, pues, cuando este tipo de sustancias son deficientes, el sistema nervioso se modifica y origina la depresión.
  • Las hormonas: los desequilibrios hormonales en el organismo también pueden desencadenar la depresión.
  • Rasgos hereditarios: la depresión también suele presentarse cuando hay familiares sanguíneos, como un padre o un abuelo, que padecen o han padecido la enfermedad.
  • Traumas en la primera infancia: el maltrato emocional o físico, así como la pérdida de un padre, se consideran eventos traumáticos y si son sufridos en la primera infancia, es más probable que la persona sea susceptible a padecer depresión.
  • Patrones aprendidos de pensamiento negativo: muchas veces, los adolescentes sienten la desesperanza porque lo han aprendido, quizá en el entorno familiar, en lugar de haberles enseñado a sentirse con capacidad para encontrar soluciones ante los retos de la vida.

Adolescencia y depresión: factores de riesgo

Hay que considerar que existen algunos factores de riesgos que incrementan el riesgo a padecer depresión en los adolescentes.

  1. Problemas que impacten negativamente en su autoestima, tales como la obesidad, el acoso escolar, conflictos con compañeros o problemas académicos.
  2. Haber sido testigo o víctima de violencia, abuso físico o sexual.
  3. Padecer de otras enfermedades de salud mental, tales como el trastorno de ansiedad, trastorno bipolar, anorexia o bulimia.
  4. Padecer un trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o alguna deficiencia en el aprendizaje.
  5. Padecer de una enfermedad física crónica, un dolor continuo, o diabetes, asma, entre otras.
  6. Tener rasgos de personalidad como baja autoestima, dependencia, pesimista o autocrítico.
  7. Abuso del alcohol, o drogas.
  8. Ser bisexual, homosexual o transexual y que su entorno le rechace.
  9. Los antecedentes familiares también son muy importantes. Hay quienes tienen familiares que padecen trastornos mentales y esto influye.
  10. Tener un familiar que se suicidó.
  11. Vivir en un familia conflictiva o disfuncional.
  12. Haber experimentado situaciones estresantes.
  13. Vivir el divorcio de los padres.
  14. Que uno de los padres esté prestando servicio militar.
  15. La muerte de un ser querido.

Todo ello puede llevar a complicaciones, pues, estos factores generan desajustes emocionales en el comportamiento y en la salud.

Cuando el adolescente está deprimido, es posible notar algunos cambios en su comportamiento.

Cambios en el comportamiento de los adolescentes con depresión.

Algunos de los cambios que los adolescentes con depresión pueden experimentar son los siguientes:

  • Ánimo triste o irritable.
  • Estar al borde de las lágrimas.
  • Poco disfrute en las cosas que lo hacían sentir feliz.
  • Cambios en el peso, o en la forma de comer.
  • Cambios en el horario para dormir.
  • No desea estar con amigos o con la familia.
  • Falta de energía.
  • Baja autoestima.
  • Sentimientos de culpa.
  • Sentimientos de que no vale nada.
  • Problemas para tomar decisiones.
  • Calificaciones bajas en la escuela.
  • Poco interés por su futuro.
  • Dolores cuando todo aparentemente está bien.
  • Pensamientos frecuentes sobre el suicidio o la muerte.

Estos síntomas se pueden presentar en adolescentes que no están deprimidos, pero, si se presentan por varios días son señales de alertas de depresión.

¿Qué se debe hacer si el adolescente está deprimido?

Entre las alternativas por las que se pueden optar si un adolescente está deprimido se encuentran las siguientes:

  • En primer lugar, se debe hablar con el joven respecto a sus sentimientos y lo que sucede en la escuela o en casa y que le pueda estar causando molestia.
  • Buscar ayuda psicológica especializada. Este tipo de problema es complejo y no se soluciona únicamente con fuerza de voluntad.
  • Asegurarse de que no se encuentre solo.

Por último y muy importante en casos graves, jamás se deben ignorar los comentarios sobre el suicidio. Al contrario, se deben tomar las medidas para encontrar ayuda.