La inteligencia emocional es la capacidad de identificar con precisión nuestras propias emociones así como las emociones de los demás, la capacidad de utilizar las emociones y aplicarlo a tareas como el pensamiento y la resolución de problemas, la capacidad de gestionar las emociones incluyendo el control de nuestras propias emociones así como la capacidad para animar o calmar a otra persona.
Como dijo Goleman, ninguna cantidad de inteligencia puede compensar la falta de habilidades emocionales y sociales cada vez más importantes especialmente dentro del mundo profesional.
Aquí te presento 10 cualidades que las personas con alta inteligencia emocional tienen:
- No son perfeccionistas. La persona emocionalmente inteligente sabe que la perfección no existe, rechaza la frustración y la sensación de fracaso que acompañan a esa constante búsqueda de la perfección. Es alguien consciente de que la búsqueda del perfeccionismo le dejará colgado en los defectos de los demás, así como en los suyos propios y qué hay expectativas que no son emocionalmente maduras. Tratando de ser perfectos a todas horas no seremos capaces de disfrutar nuestros logros.
- Conocen sus fortalezas y debilidades: sabe cómo valorar sus puntos fuertes y cómo utilizarlos de forma que puedan compensar sus debilidades en el trabajo y en su vida social. Elige deliberadamente situaciones que pongan de manifiesto sus puntos fuertes para que pueda tener éxito. Siempre que le es posible también elige a los amigos y compañeros de trabajo que comparten sus puntos fuertes y pueden ayudarle con sus debilidades.
- Están auto motivados: su motivación le viene de dentro y no desde una fuente externa. No busca una recompensa para lograr sus objetivos porque la motivación viene de él mismo. Tiene claros sus objetivos y que no necesita recordatorios. Las personas emocionalmente inteligentes son capaces de establecer tareas por sí mismas y trabajar en ellas por su cuenta.
- Tienen empatía por los demás: las personas con alta inteligencia emocional tienen mucha empatía. Eso significa que se interesan de forma genuina por las otras personas, tienen la capacidad de sintonizar con el lenguaje corporal y expresiones faciales para entender las emociones de la gente incluso sin palabras.
- No se centran en los errores del pasado: se dan cuenta de que no hay nada que ganar por aferrarse al pasado. Es alguien capaz de recordar sus errores lo suficientemente bien como para aprender de ellos pero saben mantenerlos a una distancia suficiente para evitar que las experiencias negativas invadan su presente. Es conscientes de que su pesar le impediría aceptar plenamente el presente.
- No se distraen con facilidad: es capaz de estar completamente presente en cualquier tarea que esté haciendo. Se centra en completar una tarea cada vez y no permite que otras tareas o distracciones se interpongan en su camino. Reconocen la diferencia entre la multitarea y el multi enfoque. No va a cambiar sus metas hasta que éstas se lleven a cabo, no se desvían de sus objetivos por cosas como las redes sociales o algunos pensamientos negativos.
- Saben equilibrar el trabajo con la vida social: no importa lo ocupado que esté con el trabajo, los estudios, etc. Sabe lo importante que es encontrar algo de tiempo para su vida social. Tiene un buen conocimiento de sus habilidades y de cuánto tiempo le llevará a lograr las cosas. Entiende que debe trabajar duro para lograr el éxito, pero también sabe que a veces hay que ser capaz de desconectar por completo del trabajo para recargarse.
- Saben cuándo decir No: a veces decir no puede ser difícil pero las personas emocionalmente inteligentes saben cuáles son sus límites y reconocen que no pueden hacerlo todo. No se comprometen a largo plazo sin realizar primero un examen a fondo de lo que se les pide. Sabe cómo dar una respuesta como tal vez o voy a pensar en ello. En situaciones que posiblemente requieren su rechazo para ser emocionalmente inteligente uno debe decidir sobre las prioridades y tener en cuenta que, al negarse a algunos compromisos, tendrán la oportunidad de centrarse plenamente en las tareas que ya tienen entre manos.
- No temen al cambio: saben controlar sus miedos para que no les paralice en el camino hacia sus objetivos. El cambio es necesario para el crecimiento personal y profesional. Uno siempre debe estar preparado para cualquier cambio que se presente y ser lo suficientemente flexible como para adaptarse cuando sea necesario. Tienen una actitud positiva hacia el cambio y reconocen que les estimula y les conduce a mejores cosas.
- Saben cómo manejar sus emociones: las personas emocionalmente inteligentes son capaces de reconocer sus emociones y averiguar por qué algo les molesta con el fin de llevar a cabo algunas acciones para mejorar la situación. Saben que la ira necesita ser canalizada y dirigida adecuadamente hacia situaciones y eventos en lugar de hacia personas. Son racionales y mantienen sus emociones bajo control. También son confiados y seguros de sí mismos, lo suficiente como para no ofenderse por cosas triviales.
Espero que os sea de ayuda. Tratad de adquirir esas características y veréis los beneficios de ser una persona emocionalmente inteligente.