Cómo funcionan las sesiones de psicoterapia

Un psicólogo no es un mago ni un superhéroe, y la psicoterapia no es una fórmula mágica. No basta con contar lo que nos pasa ni con esperar una solución rápida.

Los problemas emocionales no se arreglan solos ni con una pastilla. Requieren comprensión, acompañamiento y un trabajo conjunto, sostenido en el tiempo.

Como psicólogo, te ofrezco ese acompañamiento. La psicoterapia te ayuda a adaptarte mejor a tu entorno, cambiar patrones que te hacen sufrir y recuperar, poco a poco, tu equilibrio emocional.

Con mi acompañamiento profesional y tu implicación, podrás cambiar la forma en que enfrentas lo que te preocupa o te hace sufrir.

Sentirse mal no es estar enfermo

Acudir al psicólogo no significa que estés enfermo. Las personas que vienen a la consulta no son pacientes, sino personas que atraviesan dificultades emocionales y quieren entenderse mejor, cambiar y sentirse bien.

A menudo han aprendido (sin saberlo) formas de pensar, actuar o reaccionar que ya no les sirven, y que afectan a su bienestar.

Cada caso es único. Un problema de ansiedad, una ruptura, una depresión o un bloqueo vital… Cada situación requiere una valoración individual y un acompañamiento adaptado a la historia, el contexto y el momento de vida de cada persona.

Duración y frecuencia

Cada sesión dura aproximadamente una hora. Lo habitual es empezar con una frecuencia de una vez por semana. A medida que avances y te sientas mejor, podremos espaciar las sesiones: cada dos o tres semanas, y más adelante, una vez al mes o según lo que acordemos.

Fases del proceso terapéutico

1. Primera sesión gratuita (30 min)
Un primer encuentro breve para que puedas contarme qué te sucede, hacer preguntas, resolver dudas y conocer mi forma de trabajar.
Es un espacio de bienvenida, sin compromiso, para que sientas si este acompañamiento encaja contigo.

2. Recogida de información (2 sesiones)
Empezamos profundizando en tu historia, tus dificultades y cómo las vives.
Esta fase me permite hacer un análisis completo y proponer un enfoque de trabajo adaptado a tu caso.

3. Valoración (1 sesión)
Te explico mis conclusiones: qué puede estar ocurriéndote, por qué, y cómo podríamos abordarlo juntos.
Definimos una línea de trabajo y unos objetivos terapéuticos claros.

4. Intervención psicológica
Aquí aplicamos técnicas terapéuticas concretas, ajustadas a tu situación y necesidades.
La duración de esta etapa es variable: depende del tipo de dificultad, tu implicación y cómo vayas evolucionando.
Si los avances lo permiten, las sesiones podrán espaciarse para que el proceso sea sostenible.

5. Seguimiento (mensual o según necesidad)
Cuando ya tienes más claridad y recursos, comenzamos la etapa de seguimiento.
Aquí reforzamos tu autonomía, revisamos cómo afrontas nuevas situaciones y aseguramos que mantienes los cambios conseguidos.

Sí, si sientes que necesitas apoyo profesional para comprenderte mejor, sentirte más libre, más en calma y con mayor control sobre tus emociones y decisiones. También lo es para parejas que desean fortalecer su vínculo, comunicarse mejor o superar una etapa difícil.

La mayoría de las personas que acuden a terapia experimentan cambios importantes en su vida. No ocurre por arte de magia. Hace falta implicarse, tener paciencia y entender que algunos problemas no se resuelven en días (aunque a veces se consigan avances notables en pocas sesiones).

Un psicólogo no tiene todas las respuestas. Pero sí cuenta con las herramientas, el conocimiento y el acompañamiento necesario para ayudarte a generar cambios duraderos.

Y si lo que necesitas escapa a mi ámbito (por ejemplo, si se trata de un problema más específico que deba abordar un sexólogo, un nutricionista o un psiquiatra) no dudaré en recomendarte al profesional más adecuado.

Todo lo relacionado con el malestar emocional en personas adultas: ansiedad, tristeza, bloqueos, rupturas, crisis personales o de pareja, etc.

Puedes ver los detalles en las páginas de atención psicológica para adultos, parejas y rupturas.

No. Solo atiendo a personas adultas.

Sí trabajo con madres, padres y parejas que enfrentan dificultades relacionadas con la crianza, la convivencia o la educación de menores.

Es una buena pregunta. Tal vez me has elegido por recomendación, por cercanía, por disponibilidad o por lo que has leído en esta web. Pero lo cierto es que, como en casi cualquier relación profesional, hasta que no tienes un encuentro directo no puedes saber si es la elección correcta.

La evidencia nos dice que la terapia funciona mejor cuando hay una buena conexión entre psicólogo y cliente. Eso lo sabremos en las primeras sesiones, sin prisa y con honestidad por ambas partes.

A lo largo de los años han llegado a mi consulta personas que antes han tenido experiencias negativas con otros profesionales. No porque fueran malos psicólogos, sino porque no hubo la química necesaria para trabajar con confianza.

Y si eso también nos ocurriera a nosotros, o si considero que otro tipo de profesional podría ayudarte mejor, te lo diré con total naturalidad y te recomendaré a quien crea más adecuado.

Cuando esperas que el simple hecho de contar lo que te pasa sea suficiente para que todo se solucione.

La terapia no es un espacio pasivo. Es un proceso activo que requiere tu implicación, tu apertura y tu compromiso con el cambio.

Cuanto más inviertas en ti, aplicando las herramientas que te ofrezco y trabajando entre sesiones, más reales y sostenibles serán los avances que consigas.

Depende de tu caso. Recomiendo un mínimo de 4 sesiones para valorar los primeros avances.

A veces bastan pocas; otras veces el trabajo es más largo o se convierte en un acompañamiento espaciado.

No. Prefiero que vayamos sesión a sesión. No tendría sentido que pagaras varias por adelantado si luego decidimos espaciar el proceso o detenerlo.

No, no colaboro con aseguradoras médicas.

La atención presencial es solo por las tardes, de 15.30
a 20.30 h,
de lunes a viernes, en mi consulta del Grao de Castellón.

La atención online es más amplia, en horario de 10 a 14 h y de 15.30 a 20.30 h.

En todos los casos es necesario cita previa.