Tratar la Depresión

“Últimamente me siento triste y no tengo ganas de hacer nada. Me echo a llorar por cualquier cosa y todo me sienta mal. No comento mis preocupaciones porque creo que nadie puede entender lo que me pasa y eso hace que me sienta muy sola, aunque este rodeada de gente. Me considero una persona alegre, pero hace tiempo que tengo muchos pensamientos negativos sobre mí y mi futuro”

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la depresión es la cuarta enfermedad que más incapacidad provoca en el mundo.

La depresión (del latín depressio, que significa ‘opresión’, ‘encogimiento’ o ‘abatimiento’) es el diagnóstico psiquiátrico y psicológico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana. Los trastornos depresivos pueden estar, en mayor o menor grado, acompañados de ansiedad. Existen 4 tipos diferentes de depresión:

Subtipos de depresión

Clasificamos la depresión en cuatro subtipos: Depresión mayor, distimia, trastorno adaptativo, otros trastornos depresivos.

  • Depresión mayor. Los síntomas depresivos son intensos y aparecen en forma de episodios (semanas o meses).
  • Distimia (o trastorno distímico). Los síntomas depresivos son menos intensos, pero son muy incapacitantes por ser crónicos (duran como mínimo dos años).
  • Trastorno adaptativo. Los síntomas depresivos son leves, están presentes durante un período breve de tiempo y se deben a algún problema (factor estresante agudo) que ha sufrido el paciente.
  • Otros trastornos depresivos. En este apartado hay que incluir los síndromes depresivos que pueden formar parte del conjunto de síntomas de otras enfermedades psiquiátricas (por ejemplo, el trastorno bipolar) y no psiquiátricas (por ejemplo, anemias, esclerosis múltiple, hipotiroidismo).

Síntomas característicos de la depresión

  • El síntoma más característico de la depresión es la tristeza. La tristeza en la persona depresiva presenta unas características específicas que la diferencia del sentimiento de tristeza no patológico:
    • Intensidad superior a la esperable para la situación ambiental en la que se encuentra el sujeto.
    • La persona la describe como diferente a otras experiencias tristes que hubiera podido sufrir previamente, y existe mayor sensación de pérdida de control y gran dificultad o incluso imposibilidad para motivarse por otras cuestiones que no sean el foco de su tristeza.”
  • Lentitud de movimientos, gesticulación facial y corporal escasas, sensación de fatiga, irritabilidad, llanto fácil, temor a la toma de decisiones, pérdida de apetito.
  • Insomnio: muy característico de las formas más graves, es lo que llamamos “despertar precoz” (se duerme bien las primeras horas de la noche y después, ya de madrugada, la persona se despierta y ya no puede volver a conciliar el sueño).
  • Gran dificultad para pensar, bradipsiquia. No es exclusivo de las depresiones, sino que también puede observarse en otras enfermedades. En personas de edad avanzada, esta dificultad para pensar propia de las depresiones puede llevar a diagnósticos erróneos de demencia.
  • Un síntoma particularmente grave es la anhedonia, que consiste en una dificultad enorme para disfrutar de las situaciones y condiciones de la vida que antes de enfermar producían placer en la persona. No sólo hay falta de motivación, sino que el paciente, incluso teniendo delante algo agradable, no puede disfrutar con ello.
  • Síntomas físicos, como dolor de cabeza, molestias digestivas, dolor generalizado, etc.
  • Pensamientos pesimistas, con aumento de sentimientos de culpa por cosas hechas en el pasado. En casos graves las ideas pesimistas pueden llegar a ser delirantes (es decir, sin ninguna lógica); por ejemplo, asegurar que se va a arruinar (cuando su situación económica es holgada) o asegurar que en breve padecerá una enfermedad grave (sin tener ningún síntoma que lo haga pensar).
  • Pensamientos relacionados con la muerte, bien en forma de “sería mejor estar muerto”. En casos graves es necesario hacer un seguimiento muy cercano de peligro de suicidio.

Si te has visto reflejado/a en esta relación de síntomas, hay algo positivo que puedes extraer. Puedes saber lo que te sucede y ahora tiene nombre, se llama Depresión. Tiene una explicación y se trata de una reacción bastante humana y lo más importante …, se puede trabajar y reparar.

He ayudado a distintas personas a salir de la depresión y puedo ayudarte a ti también. En una primera entrevista gratuita puedo valorar tu caso y ofrecerte una orientación sobre el trabajo psicológico más adecuado para ti.

¿Cómo abordar la depresión desde la atención psicológica especializada?

La depresión puede abordarse desde diferentes corrientes psicológicas. Yo utilizo el modelo cognitivo – conductual. La atención psicológica especializada bajo este modelo contra la depresión se plantea como un trabajo psicológico a aplicar entre 15 y 20 sesiones, si bien se puede acortar o alargar en función de las necesidades de la persona y su evolución.

Una secuenciación de este trabajo psicológico debería pasar en primer lugar por una valoración previa, para posteriormente pasar a la realización de intervenciones cognitivas y conductuales y finalmente contribuyendo a modificar los esquemas disfuncionales. Una posible secuenciación por fases podría ser la siguiente:

Fase 1: Toma de contacto

Esta sesión está principalmente dedicada a la recogida de información de la persona afectada y su situación. También se busca generar una buena relación que permita que la persona se exprese libremente.

Fase 2: Inicio intervención

Se procede a explicar los procedimientos a emplear a lo largo del trabajo psicológico y se organizan los problemas de manera que se trabaje en primer lugar el más urgente. Se trabajan las expectativas respecto al trabajo a realizar. Hay que visualizar la presencia de distorsiones en el discurso, así como elementos que contribuyan a mantener o a resolver la depresión. Se elaboran los autorregistros.

Fase 3: Realización de técnicas

Se plantea la realización de diferentes actividades y técnicas conductuales como por ejemplo las tres columnas, la flecha descendente, pruebas de realidad, etc. Se trabajan las distorsiones cognitivas con las técnicas cognitivas, planteándose la necesidad de hacer experimentos conductuales.

Fase 4: Trabajo cognitivo y conductual

Se trabajan las distorsiones cognitivas a partir de la experiencia obtenida de las técnicas anteriores y la contrastación de los autorregistros con respecto al rendimiento real.

Fase 5: Re atribución de responsabilidad

Se empieza a delegar cada vez la responsabilidad de establecer su agenda a la persona afectada, aumentando su nivel de responsabilidad y autonomía, ejerciendo el psicólogo de supervisor.

Fase 6: Preparación para finalización de terapia

Se fomenta y fortalece la continuación de las estrategias empleadas durante todo el proceso de atención psicológica especializada. Poco a poco se va preparando a la persona para que por sí mismo pueda identificar posibles problemas y prevenir recaídas. Se le prepara también para la finalización del trabajo psicológico.